La historia del Club baloncesto Estudiantes tiene un antes y un después con la llegada de ADECCO como patrocinador principal.
Corre la temporada 1998-99 y ADECCO entra en un momento muy complicado de la historia del Club Colegial. Su patrocinador histórico Caja Postal-Argentaria deja el proyecto Estudiantil y ADECCO aparece como la gran tabla de salvación para los del Ramiro.
ADECCO no solo se convierte en uno de los sponsors más importantes de todo espectro deportivo español de aquella época, sino que además imprime un cambio de mentalidad a la entidad que da sus frutos de forma inmediata.
De la mano de ADECCO llegan nuevos profesionales a la entidad. Se refuerzan fundamentalmente las Áreas financieras y de Marketing y Ventas. Nuestro Socio Guillermo Moraleda ocupa la dirección general del Club.
El nuevo equipo directivo pone en marcha un proyecto totalmente innovador para aquella época. Se incorporan nuevas empresas y compañías de la talla de KYOECRA-MITA, COMPAL, MMT Seguros, Price Waterhouse Coopers, que además de aportar financiación aportan nuevas ideas e iniciativas.
La creación del CLUB DE NEGOCIOS ADECCO-ESTUDIANTES es una de los proyectos pioneros de esta nueva etapa, facilitando el contacto entre los miembros mediante un profundo vínculo con el BALONCESTO PROFESIONAL. Gracias al CLUB DE NEGOCIOS empresas como AVIS, MARSANS, ESTEBAN-RIVAS, IBM-INSA entran a formar parte de los patrocinadores y colaboradores del Club.
En Junio de 2.001 el incendio del Palacio de los Deportes de Madrid tambalea a la entidad, llevándose por delante una infraestructura emblemática del deporte español y la que era casa del Club del Ramiro de Maeztu.
La entidad corre el peligro de desaparecer, pero decide dar un paso valiente y trasladarse con la ayuda de todos – Instituciones Públicas, Patrocinadores, Aficionados – al Palacio de Vistalegre en el barrio de Carabanchel. Hasta la fecha nadie había jugado al baloncesto profesional en una plaza de toros.
El barrio se vuelca con el proyecto y el ADECCO-ESTUDIANTES se convierte en el equipo con más abonados del Continente.
La pasión se desata en las gradas, la afición se vuelca con el equipo y el grito de “que salgan los toreros” se repite una y otra vez.
En la temporada 2003-04 el club estudiantil juega en Vistalegre su primera final de la Liga ACB contra el FC Barcelona.